Durante los últimos años el proceso de transformación en los sistemas de pagos de América Latina ha sido fundamental para el crecimiento general de la industria de los medios de pago, generando una dinámica más competitiva y eficiente en los ecosistemas financieros de cada uno de los países de dicha región. Esto ha sido posible gracias a la innovación tecnológica, además de la apertura hacia modelos de negocio donde la inclusión financiera se convierte en el eje central para el desarrollo.
Así como un cliente tiene un banco o una institución que le brinda una tarjeta para poder comprar, los comercios también deben tener un banco o institución que les permita aceptar las tarjetas, a esa institución y la relación que genera con los comercios es lo que se llama adquirencia.
Tendencia global
La tendencia global se enmarca en promover la competencia a través de más de una empresa que ostente la relación con la marca, incluso que varias tengan relación con más de una y sentar bases para la apertura de la multiadquirencia, donde se promueva el ingreso de nuevos actores, se amplía la experiencia en la digitalización y modernización de pagos, simplificando algunos procesos y dando más libertad para la competencia. En países como Brasil, que lleva más de 10 años con la multiadquirencia, la adopción de este esquema ha traído grandes ventajas, donde los mayores beneficios se centran en una oferta específica para cada segmento de comercios, y una gran competencia entre los actores, beneficiando a los clientes de los adquirentes, o sea, los comercios.
En otros mercados, la apertura a la multiadquirencia significó la diversificación de productos relacionados a la misma como la venta de POS (dispositivos de captura) y la aparición de nuevos actores como los agregadores, que son intermediarios entre los comercios y los adquirentes, con foco específico a un segmento particular de comercios que un adquirente generalista no siempre tiene la flexibilidad necesaria para atender las particularidades de cierto tipo de negocios.
En el caso de Uruguay, con la Ley 19210 de inclusión financiera de 2014, se comenzó a recorrer el camino de la apertura a la multiadquirencia que empieza a ver la luz con la aparición de nuevos adquirentes y jugadores que se comienzan a disputar el mercado.
A nivel global estamos viendo cómo la industria de los medios de pago vive un particular protagonismo gracias a una explosión tecnológica que permite que haya grandes sistemas de prevención de fraude que hacen seguros los mercados, que se mejore experiencia de pago de los consumidores, que existan nuevos dispositivos de captura e incluso algunos desaparezcan para transformar los teléfonos inteligentes en los soportes físicos de la captura de pagos.
En este escenario se empiezan a distinguir distintos jugadores: por un lado están aquellos que ya están en el mercado y que incorporando una marca adicional a la que ya operan se convertirán en multiadquirentes rápidamente; y por otro, aquellos que podrán ofrecer un servicio realmente integral al comercio, poniendo a los bancos que representan en la oferta. Este segundo caso es, por ejemplo, el de Chile, donde Banco Santander a través de su red de captura y adquirente Getnet, con el procesamiento de Evertec, irrumpió en el mercado como primer adquirente en el nuevo ecosistema de 4 partes.
¿De qué va a depender el éxito
de la multiadquirencia en Uruguay?
De lo rápido que se mueva cada jugador, del respaldo que ofrezca, el atractivo del negocio y su capacidad de ofrecer un servicio rápido e innovador que acompañe los tiempos y necesidades de los comercios. Evertec, presente en Uruguay desde 2017, tiene a disposición toda su experiencia e infraestructura tecnológica para acompañar como procesador a estos nuevos adquirentes que cambiarán el ecosistema de pagos local.
Por Sebastián Franco
Regional Presales Manager
Evertec